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Académica valora aumento del reciclaje en Chile y proyecta desafíos para su futuro
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14 de mayo de 2024

Universidad Bernardo O'Higgins
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Académica valora aumento del reciclaje en Chile y proyecta desafíos para su futuro

En su opinión, para que el país avance hacia la sostenibilidad se debe invertir en la expansión y modernización de las infraestructuras de reciclaje, lo que incluye centros de recolección, separación y procesamiento de residuos.​

​Chile es el país de Sudamérica que genera más basura por habitante, una realidad que nos posiciona muy por debajo del promedio de la OCDE, es decir, dentro de los tres primeros países, de los 36 miembros, que menos reciclan.

​Según el Ministerio del Medio Ambiente, el país produce anualmente cerca de 19,6 millones de toneladas de residuos, con un 96,7% clasificado como no peligroso y un 3,3% como peligroso. De la porción no peligrosa, la decana de la Facultad de Ingeniería, Ciencias y Tecnología de la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO), Katherine Delgado, dice que un preocupante 80% se elimina, mientras que sólo el 20% se somete a procesos de valorización; estadística que ha permanecido estancada desde 2015.

​“Aunque en 2018 se observó un leve incremento, alcanzando un 22% en valorización, la mayoría de los residuos continúan su camino hacia rellenos sanitarios o vertederos, lo que exige una respuesta más efectiva en la gestión de residuos y políticas de reciclaje”, destaca la académica.

​Entre los materiales más reciclados a nivel global están el papel, plástico, vidrio, metal y desechos electrónicos. ¿Y en Chile? Aproximadamente el 44,2% del cartón y papel de embalaje, incluyendo tipos corrugados y lisos, se recicla. En el caso del vidrio, la tasa de reciclaje alcanza cerca del 33%, mientras que el aluminio registra un 14%.

​“Respecto a los plásticos, el PET, utilizado principalmente en botellas de bebidas tiene una tasa de reciclaje del 19%. El polietileno, presente en productos como bolsas y bidones, ostenta un 27%”, detalla.

​Falta de cultura

En opinión de la docente, Chile ha avanzado en la gestión de residuos gracias a la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y la creación del Fondo para el Reciclaje; iniciativas que buscan mejorar la segregación, recolección y valorización de residuos. A ello se suma la “Hoja de Ruta de Economía Circular” y las estrategias dirigidas hacia la construcción y manejo de residuos orgánicos, con el objetivo de elevar las tasas de reciclaje y promover la reutilización de residuos.

​Sin embargo, de acuerdo a la especialista, si bien el país ha dado importantes pasos en torno al reciclaje, es crítica al plantear que aún existen factores que no han permitido que se consolide una fuerte cultura en torno a este tema.

​Uno de esos obstáculos es la insuficiente infraestructura y financiamiento. “La construcción y mantenimiento de instalaciones adecuadas para el procesamiento de materiales reciclables requieren inversiones substanciales que no se han realizado de manera óptima, limitando la expansión y modernización necesarias”, precisa Delgado.

​Otro factor es la falta de concientización e información adecuada sobre el reciclaje. La experta explica este punto, señalando que, a pesar de la urgencia ambiental, la ausencia de programas educativos eficaces y campañas de sensibilización impiden que se puedan desarrollar prácticas de reciclaje consistentes por parte de la ciudadanía, junto con la compleja clasificación eficiente de los residuos.

​Retos y políticas de fomento

¿Qué hace falta para fomentar el reciclaje a nivel nacional? Para la docente de la UBO es esencial invertir en la expansión y modernización de las infraestructuras de reciclaje, lo que incluye centros de recolección, separación y procesamiento de residuos.

​También agrega que se debería apostar por programas educativos que concienticen sobre la importancia del reciclaje, enseñando las prácticas adecuadas de segregación de residuos y destacando sus beneficios ambientales. “Esto implica diseñar y desplegar programas de educación que sean accesibles a todas las edades y en distintos entornos, desde escuelas hasta espacios comunitarios, reforzando la necesidad de adoptar las prácticas de las 3R (Reducir, Reutilizar, Reciclar) en la vida cotidiana”, comenta la investigadora.

​Finalmente, Delgado dice que promover la economía circular es fundamental, incentivando a que las empresas incorporen prácticas de producción sostenibles, al igual que revisar la legislación actual para una gestión de residuos más sólida y en línea con los tiempos que corren.

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