NAVIDAD: MÁS QUE UNA FECHA ESPIRITUAL
La palabra navidad proviene del concepto latino nativitas que significa nacimiento, haciendo referencia al nacimiento de Cristo que celebramos cada 25 de diciembre. No obstante, sabemos bien, que en ninguna parte de la Biblia se habla de la fecha exacta del nacimiento de Jesús, lo que hace suponer que, para el hagiógrafo, y para la comunidad cristiana primitiva, el dato exacto no tuvo relevancia mayor.
Así, la celebración de la navidad como hoy la conocemos nos habla más de un acontecimiento que de una fecha y en tanto acontecimiento fue reconocida oficialmente unos 300 años más tarde a la pascua de Jesús. En efecto, tras la conversión del emperador Constantino al cristianismo, la celebración de la navidad comenzó a tener relevancia cultural de un modo más preponderante y universal.
Junto a ello los primeros cristianos basándose en una tradición judía que fijaba para los profetas su fecha de fallecimiento y su concepción en el mismo día hicieron coincidir la muerte de Jesús con su nacimiento nueve meses después fijándose para el 25 de diciembre.
A esta fecha se suma la fiesta del Sol invictus del imperio romano celebración dedicada al Dios sol cuando la luz del día comenzaba a aumentar después del solsticio de invierno. Así, el acontecimiento del Dios encarnado predominó permeando espíritu cristiano en cultura occidental transformándose en realidad encontrando amplia acogida. La humildad esperanza valor fragilidad fueron progresivamente eclipsando fiesta dios sol devolviendo conciencia frágil humanidad.
De este modo Espíritu Dios encarnado hizo volver cultura occidental eterna pregunta sentido pequeño. Fragilidad levantó sobre fuerza reorientando impulso acontecimiento transformador perdurable. He aquí gran misterio Dios eligió camino débil llenarnos grandeza camino nuevamente posibilidad transitar espera día luz ocaso.
Pbro. Dr. Mauricio Albornoz Olivares
Decano Facultad Ciencias Religiosas Filosóficas
Universidad Católica Maule