Este lunes a las 3 de la tarde, la Convención Constitucional debía tener su primera reunión de trabajo. Pero fue suspendida por fallas técnicas y por ausencia de protocolos sanitarios. Este martes, el trabajo se debía debía retomar a las 10 de la mañana y -otra vez- NO fue posible. En estricto rigor, el Gobierno tuvo largos meses y un presupuesto de 800 millones de pesos para habilitar la sede del Congreso en Santiago... Y no sólo fallaron los micrófonos y las pantallas, también las medidas sanitarias. Es lamentable que esta Convención Constitucional haga noticia por este tipo de problemas y todavía NO podamos comenzar a discutir sobre la nueva Constitución para nuestro país.