Factores de riesgoEl académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Marcelo Alarcón Lozano, se refirió a este tema en el marco de la conmemoración del mes del corazón. Según el profesor Alarcón, el estilo de vida poco saludable es la principal causa de estas altas cifras.Dieta poco saludable: Una dieta alta en grasas saturadas contribuye a la formación de placas en las arterias. El consumo excesivo de sodio puede elevar la presión arterial, mientras que una dieta baja en frutas, verduras y fibra aumenta el riesgo de obesidad y acumulación de colesterol.Sedentarismo: La falta de actividad física regular puede llevar al sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, todos factores de riesgo para las ECV.Tabaquismo: Fumar daña las arterias, reduce el oxígeno en la sangre y aumenta la presión arterial, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.Consumo excesivo de alcohol: El alcohol eleva la presión arterial, causa insuficiencia cardíaca y aumenta los niveles de triglicéridos.Estrés crónico: El estrés prolongado puede llevar a hipertensión. Combinado con una mala alimentación y falta de ejercicio, incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas.Obesidad: Especialmente la acumulación de grasa abdominal está relacionada con un mayor riesgo de hipertensión, colesterol alto y diabetes tipo 2. También, una mala higiene del sueño puede agravar estos problemas.Consecuencias del envejecimientoEl profesor Alarcón detalló que las ECV tienen un impacto importante en el proceso de envejecimiento, acelerándolo de varias maneras:Estrés oxidativo: La hipertensión y la aterosclerosis generan mayor estrés oxidativo, dañando las células y acelerando el envejecimiento celular. Esto puede llevar a un deterioro más rápido de tejidos y órganos.Reducción de la capacidad física: Las ECV pueden limitar la movilidad y la capacidad de realizar ejercicio, contribuyendo a la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y al envejecimiento acelerado.Impacto en la salud mental: Las enfermedades cardiovasculares pueden llevar a depresión, ansiedad y una disminución en la calidad de vida, acelerando el envejecimiento al afectar tanto la salud física como emocional.Vulnerabilidad a otras enfermedades: Las personas con ECV son más vulnerables a otras enfermedades crónicas, lo que acelera el proceso de envejecimiento y reduce la capacidad del cuerpo para recuperarse de enfermedades, aumentando el riesgo de complicaciones y mortalidad.Daño en el ADN: Las ECV resultan en una disminución del flujo sanguíneo a órganos y tejidos, reduciendo la disponibilidad de oxígeno y nutrientes esenciales. Esto puede acelerar el envejecimiento de órganos vitales como el cerebro, los riñones y el corazón. Además, están asociadas con niveles elevados de inflamación crónica, lo que puede dañar el ADN, las proteínas y las células, llevando a un envejecimiento más rápido.RecomendacionesEl único camino para evitar estas dolencias es adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular, evitar el tabaco y el alcohol, manejar el estrés y mantener un peso saludable.
Factores de riesgoEl académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Marcelo Alarcón Lozano, se refirió a este tema en el marco de la conmemoración del mes del corazón. Según el profesor Alarcón, el estilo de vida poco saludable es la principal causa de estas altas cifras.Dieta poco saludable: Una dieta alta en grasas saturadas contribuye a la formación de placas en las arterias. El consumo excesivo de sodio puede elevar la presión arterial, mientras que una dieta baja en frutas, verduras y fibra aumenta el riesgo de obesidad y acumulación de colesterol.Sedentarismo: La falta de actividad física regular puede llevar al sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, todos factores de riesgo para las ECV.Tabaquismo: Fumar daña las arterias, reduce el oxígeno en la sangre y aumenta la presión arterial, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.Consumo excesivo de alcohol: El alcohol eleva la presión arterial, causa insuficiencia cardíaca y aumenta los niveles de triglicéridos.Estrés crónico: El estrés prolongado puede llevar a hipertensión. Combinado con una mala alimentación y falta de ejercicio, incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas.Obesidad: Especialmente la acumulación de grasa abdominal está relacionada con un mayor riesgo de hipertensión, colesterol alto y diabetes tipo 2. También, una mala higiene del sueño puede agravar estos problemas.Consecuencias del envejecimientoEl profesor Alarcón detalló que las ECV tienen un impacto importante en el proceso de envejecimiento, acelerándolo de varias maneras:Estrés oxidativo: La hipertensión y la aterosclerosis generan mayor estrés oxidativo, dañando las células y acelerando el envejecimiento celular. Esto puede llevar a un deterioro más rápido de tejidos y órganos.Reducción de la capacidad física: Las ECV pueden limitar la movilidad y la capacidad de realizar ejercicio, contribuyendo a la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y al envejecimiento acelerado.Impacto en la salud mental: Las enfermedades cardiovasculares pueden llevar a depresión, ansiedad y una disminución en la calidad de vida, acelerando el envejecimiento al afectar tanto la salud física como emocional.Vulnerabilidad a otras enfermedades: Las personas con ECV son más vulnerables a otras enfermedades crónicas, lo que acelera el proceso de envejecimiento y reduce la capacidad del cuerpo para recuperarse de enfermedades, aumentando el riesgo de complicaciones y mortalidad.Daño en el ADN: Las ECV resultan en una disminución del flujo sanguíneo a órganos y tejidos, reduciendo la disponibilidad de oxígeno y nutrientes esenciales. Esto puede acelerar el envejecimiento de órganos vitales como el cerebro, los riñones y el corazón. Además, están asociadas con niveles elevados de inflamación crónica, lo que puede dañar el ADN, las proteínas y las células, llevando a un envejecimiento más rápido.RecomendacionesEl único camino para evitar estas dolencias es adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular, evitar el tabaco y el alcohol, manejar el estrés y mantener un peso saludable.