u partida marca un momento histórico para la Iglesia Católica y para millones de personas en todo el mundo que vieron en él un símbolo de humildad, esperanza y renovación espiritual.Nacido como Jorge Mario Bergoglio, fue el primer pontífice latinoamericano y jesuita, y su papado se distinguió por un fuerte llamado a la fraternidad, la justicia social, el cuidado del medio ambiente y la inclusión. Desde su elección en 2013, trabajó incansablemente por acercar la Iglesia a los más vulnerables y por tender puentes entre pueblos, culturas y religiones.Su legado perdurará como una inspiración viva para creyentes y no creyentes, y como una guía de servicio desinteresado en un mundo que clama por compasión y unidad. Recen por mí, solía decir. Hoy, el mundo entero reza por él.
u partida marca un momento histórico para la Iglesia Católica y para millones de personas en todo el mundo que vieron en él un símbolo de humildad, esperanza y renovación espiritual.Nacido como Jorge Mario Bergoglio, fue el primer pontífice latinoamericano y jesuita, y su papado se distinguió por un fuerte llamado a la fraternidad, la justicia social, el cuidado del medio ambiente y la inclusión. Desde su elección en 2013, trabajó incansablemente por acercar la Iglesia a los más vulnerables y por tender puentes entre pueblos, culturas y religiones.Su legado perdurará como una inspiración viva para creyentes y no creyentes, y como una guía de servicio desinteresado en un mundo que clama por compasión y unidad. Recen por mí, solía decir. Hoy, el mundo entero reza por él.