ESCASEZ DE HIJOS: ¿El problema fundamental?
Ahora que estamos comenzando la temporada de ofertas para arreglar los problemas nacionales a cambio de un simple voto, convendría determinar cuál, de las muchas contrariedades y aprietos que nos aquejan, es verdaderamente fundamental. Es que problemas tenemos de sobra: medioambientales, educacionales, económicos, delictuales y muchos más. Pero de ellos ¿cuál tiene el potencial de trascendencia que le convierte en fundamental? Porque muchos de los trances y congojas que nos afligen son, a fin de cuentas, pasajeros. Episódicos. Y, en una mirada un poco más larga, muchos de esos padecimientos serán superados. O aprenderemos a vivir con ellos.
Pero también es cierto que, de todos, algunos superan ciertos niveles o barreras, transformándose en un problema de fondo. Fundamental.
Así, elevándonos por sobre la chimuchina política, el revoltijo electoral y el griterío propagandístico (que superaremos más temprano que tarde) hay dos asuntos que tienen el potencial trascendente al que aludía: la problemática medioambiental y la crisis demográfica. Por cierto, ambas cuestiones superan las fronteras nacionales. Pero eso no nos debe consolar.
Algo podremos hacer para contribuir a la solución si es posible. Probablemente en el primer caso del medioambiente Chile es muy pequeño como para lograr empujar al mundo hacia una mayor conciencia ecológica.
Pero en el otro problema -la crisis demográfica- sí podríamos hacer algo.
El número de nacimientos está sufriendo un dramático descenso a nivel mundial y Chile no escapa a esta realidad.
Recientemente fue publicado un informe preliminar con nuestras propias cifras donde se señala una tasa muy baja respecto a lo necesario para mantener la población.
Hoy Chile se sitúa como uno de los países con menor tasa de fecundidad en el mundo y esto tiene múltiples consecuencias tanto sociales como económicas.
Ante esta situación debemos buscar soluciones como incentivos tributarios para madres trabajadoras o extensión del postnatal entre otras medidas.
La notable escasez de hijos es sin duda alguna el problema más acuciante que debemos enfrentar como sociedad.